Quién es la gata que teje?

foto perfil

Dana Escobar

Soy Daniela Escobar, pero me siento más cómoda que me digan Dana. Soy hija, nieta, hermana, sobrina y prima de mujeres tejedoras y amante de las manualidades, viví rodeada de lanas, palillos, crochet y una cantidad enorme de hilos y tapices que ocupaba mi abuelo para hacer sus hermosos sofás.

Recuerdo la primera vez que pude hilar un par de puntos derechos, los que hice con palillos de comida china que mi abuelita me paso y logre aprender muy rápido, como si esto fuese un conocimiento que ya venía en mi ADN y que solo necesitaba ser activado para poder comenzar a ocuparse, esto fue a los 5 o 6 años. Luego de eso solo veía a mi abuela tejiendo chalecos por montón para cada uno de sus nietos, hijos y marido, que siempre eran blancos y con trenzas.

El crochet ha sido siempre mi mayor pasión, comencé con los puntos básicos a tejer, por lo general accesorios para mí, muchos estuches y carteras que usaba todos los días, recuerdo que tejía con hilos crudos muy delgados por lo que cada proyecto que hacía era horas y horas y días y días. Pero al terminar cada uno la verdad sentía una alegría y un orgullo enorme.

Después al pasar toda la educación media y universitaria sin tener tiempo para tejer un proyecto, pero siempre con un
crochet numero 2 o 3 en mi estuche. Quizás anticipando el rol fundamental que tendría en mi vida de adulta.

Cuando nacieron mis hijos pensé que ya era el momento de dedicar tiempo a lo que realmente me hace feliz y me apasiona como el poder tejer.

Y así comencé, cual arañita a tejer día a día con el pretexto de que era para hacerle cosas a mis hijos, chalecos, bufandas,
gorros y abrigos hechos por mí nunca les falto. Además de muchos guantes que me encanta hacerles para que tengan sus manitos calentitas.

Y me di cuenta de que siempre desde un rincón, tímidamente estaba mi gata Agatha. Recuerdo un día estar tejiendo una alfombra con trapillo y cuando la puse en el piso para ver que tal iba ella se acostó sobre ella y no hubo forma de sacarla de ahí, y bueno ella hasta el día de hoy la usa para dormir.

Desde ese día ella se sienta alrededor mío cada vez que me siento a tejer y hasta cuando camino de un lado a otro con mi tejido en la mano (soy un poco inquieta) ella está a mi lado.

Por eso nace La Gata que teje ya que siento que en cada proyecto que hago también hay un poco de ella. Y a lo largo de mi vida siempre he estado acompañada por algún gato o gata. Por lo que siento que en este proyecto laboral tengo que seguir acompañada por una, y bueno, acá estamos.